Ir al contenido principal

Vistas

Tercera edad, alcoholismo y el Covid-19


Por Prof. Daniel González- Psicólogo Social
Como surge de las últimas noticias el consumo de alcohol y tabaco ha crecido exponencialmente.
El consumo de alcohol en los adultos mayores es un problema tanto para la persona en sí como para el Estado, pero permanece oculto, es un problema que puede tener consecuencias irreversibles si no se trata a tiempo, la consecuencia más terrible: LA MUERTE.
Determinar cuando una persona de la tercera edad consume se torna muchas veces dificultoso, ya que la mayoría de ellos viven solos y por lo tanto consumen solos, y si viven acompañados lo mantienen en reserva o lo disimulan.
Seguramente cualquiera de nosotros conozcamos alguna persona mayor que dejó de trabajar y pasó a ser "PASIVO", con todo lo que esta palabra implica, o acaba de perder a su cónyuge, por lo tanto transcurre un duelo no elaborado y, aunque aún no haya estadísticas del todo concretas, ante el aislamiento obligatorio incrementa,como sucede en los más jóvenes, el consumo de alcohol que quizás lo mantenía en niveles bajos o de muy poca incidencia.
De por si los adultos mayores sufren con más frecuencia de situaciones de aislamiento o soledad, y eso muchas veces los induce a consumir alcohol como una especie de "automedicación" de "quita penas" para sustituir carencias, lo que  derivara en problemas de salud, esto cada vez afecta más a un mayor número de personas de la tercera edad.
El aislamiento o la soledad en los adultos mayores no solo es producto de este tiempo de pandemia,  también se remite muchas veces a causas externas (fallecimiento de congéneres o amigos de su misma edad) o por causas intrafamiliares (conflictos acrecentados con hijos o parientes).
Está considerado que el alcohol es una droga social, ya que es muy fácil de conseguir y nunca falta un amigo o vecino, quizá bien intencionado, que incita a tomar.

Además no tenemos que olvidar que el alcohol es un representante muy firme en la conciencia de los adultos mayores, ya que simboliza toda su época de juventud y adultez, tiene toda una carga cultural que remite a tiempos de diversión y entretenimiento.
Por otro lado, las personas de edad avanzada presentan patrones de consumo diferentes a los jóvenes, ya que suelen beber diariamente y en cantidades menores pero en forma más sostenida, habitualmente el problema es detectado por terceros perspicaces o porque el afectado acude al médico con alguna dolencia que no atribuye al alcohol, por lo tanto es un problema escondido y negado principalmente en las mujeres a causa de la sentirse culpable o con vergüenza para afrontar su problemática ante terceros, más aún cuando estos terceros son familiares a los cuales en otras épocas representó un ideal o una moral determinada. Lo que no se tiene en cuenta son las consecuencias graves sobre los órganos, lo metabólico y el sistema nervioso, esto es debido al deterioro del organismo propio de la edad, a las enfermedades crónicas y a la ingesta de medicación clínica o psicofarmacológica que terminan siendo un cóctel mortal.

EL CUERPO,  UN GRAN DELATOR

Las secuelas de este problema pueden observarse de diversas maneras, por ejemplo a nivel neurológico los efectos del alcohol son casi inmediatos, ya que los adultos mayores son más sensibles y la tolerancia a las bebidas va disminuyendo con la edad. Además, a veces el consumo se presenta simultáneamente con una posible demencia en la cual se presenta un mayor deterioro de la memoria, surgen dificultades para hablar y para encontrar objetos, por lo cual puede presentar para los familiares una difícil diferenciación de la problemática del adulto mayor.
También hay que prestar mucha atención con la desnutrición ya que es consecuencia de la adicción, el alcohol reemplaza calorías, entonces la gente mayor come poco, ya habitualmente en esa edad se come mucho menos, junto con esto se produce el bloqueo de la absorción de vitaminas y por lo tanto un déficit de la vitamina B. Algo que también es importante es que los adultos mayores tienen más probabilidades de sufrir hipotermia, porque como la sustancia alcohólica produce vasodilatación, dicen que no sufren el frío, pero pierden calor.
Hay signos que deben tomarse en cuenta para determinar si algún adulto mayor consumen alcohol.
·  Manifiesta resaca, caracterizada por la deshidratación, intensos dolores de cabeza, acidez estomacal, fatigas y mucho temblor en las manos.
·  Pérdida de memoria, confusión mental, tartamudez, cambios de estado de humor, problemas con el sueño.
Pero esto no es todo, ya que el abuso hacia esta droga puede producir trastornos en el aparato circulatorio, tiene mayor probabilidad de pre-infarto e infartos. Además se debe considerar que corre hasta 20 veces más de riesgo de sufrir cáncer en el aparato digestivo, ya que su organismo no absorbe los nutrientes necesarios y los tejidos del hígado pueden destruirse, y esto es conocido popularmente como cirrosis hepática. Los problemas de alcoholismo en los adultos mayores son tratables y se pueden prevenir, la ayuda debe iniciarse cuando el sujeto reconoce el problema, por lo tanto se debe tomar en cuenta estos indicios.
·  Consume alcohol para disminuir la angustia o reducir los síntomas de depresión.
·  Miente para ocultar su problemática.
·  Bebe solo y con frecuencia.
·  Se siente irritable, resentido y discute mucho cuando no bebe.

Hay algo que es positivo, las personas mayores tienes más probabilidades de recuperarse, debido a que cuando buscan ayuda, se comprometen y le dan continuidad al tratamiento, es recomendable la terapia individual y a veces la terapia grupal. Estas terapéuticas se basan en el reconocimiento del problema, la patología de base que ha sido cubierta con el alcohol y sirve como apoyo mutuo o ayuda mutua, también ayudan a verse reflejado con otro con su problemática, es un lugar para reconocerse y ser reconocido por otros ante una adicción muy dura y con consecuencias terribles, pero que con voluntad, esfuerzo y ayuda se puede recuperar. Es muy importante concientizar a familiares, amigos, conocidos y vecinos sobre esta problemática que no está considerada en la tercera edad, ninguna persona cercana a un adulto mayor puede imaginarse que esa problemática puede estar sucediendo, se la relaciona más con los jóvenes o adultos marginales o con problemáticas económicas, laborales y sociales.
Y en estos días en los que obligatoriamente deben quedarse en casa ante el riesgo de contagiarse, este problema puede ser aún mayor. 

Ayuda a tu Familiar en los Consumos problemáticos.
0800 SEDRONAR


Comentarios